Ser autónomo cuesta unos días más que otros. Especialmente en verano, cuando baja ligeramente la actividad en las empresas, es un buen momento para ponernos al día, sobre todo en negocios como la traducción. He leído en el blog Freelance Folder un sencillo manual en siete pasos para ponernos al día de manera fácil.
Día 1: Mira a tu web con los ojos de un cliente. Cambia lo que veas que se haya quedado anticuado y elimina elementos superfluos.
Día 2: Contacta con tus antiguos clientes, ya que ellos pueden ser fuente de nuevos negocios. Recuerda que si no eres demasiado pesado está bien visto que les llames un par de veces al año para interesarte por su estado. Eso te servirá para actualizar las bases de datos pero también para conseguir nuevos trabajos.
Día 3: Invierte en ti mismo. Tú eres tu mejor valedor, así que invierte en formarte, lee algún libro inspirador o aprende algo nuevo que mejore tu posición en el mercado.
Día 4: Pídele a tus clientes referencias. Si están contentos, te las darán encantados y las podrás utilizar en tu web como reclamo. Si son negativas, examina sus sugerencias y mejora lo que sea necesario.
Día 5: Escribe cartas tipo para tener respuestas estandarizadas para los correos que recibas más a menudo.
Día 6: Archiva. La mayoría de los freelances tienen el archivo disperson a la espera de un momento para ser ordenado. Deja de posponer ese momento.
Día 7: Actualiza tu presencia en las redes sociales. Crea o mejora tu página en Facebook y en Twitter para que sea más fácil que te encuentren los nuevos clientes.